Un Premio y Un Mal Llamado Poema









Hoy, día 3 de Febrero de 2010, este Cajón de Sueños llamado Las Palabras Insolentes ha sido elegido Blog del Día. Y curiosamente ha sido ahora, cuando cumple un año desde que inició su bautismo de fuego por estas tierras. Este reconocimiento que hoy se me brinda ha significado todo un honor. Un privilegio, sin duda, que no sería tal si no fuese por vuestra presencia. Por eso es de justicia que os dedique este premio y esta entrada, ya que considero que una gran parte os pertenece: a todos aquellos que, de puntillas o a viva voz, habeis pasado por aquí en alguna ocasión para acompañarme; para soñar conmigo. Os puedo asegurar que nada de lo que alguna vez hayais podido encontrar aquí hubiera tenido sentido sin vuestra complicidad.

El Premio que otorga la Web Premios Blog del Día lleva implícita una pequeña entrevista que, si os apetece leer, encontraréis en este enlace. Os aviso que, cuando se trata de mí, suelo ser parco en palabras. Por eso esta vez no iba a ser menos.


Y para que este post no resulte tan soso como egocéntrico, se me ha ocurrido engarzar unas cuantas de palabras al azar, con lo cual ha resultado el siguiente mal llamado poema por si os apetece perder aún más vuestro tiempo:



¡Elevadme! ¡Aun más alto!
¡Qué arriba me encuentro ahora!
Ya no veo el monte gris
del que me hablabas ayer.
Ni esas aguas cristalinas
(que nunca lo fueron, ¿sabes?)
donde mis ojos te vieron
reflejada la sonrisa.
¿Dónde habitan esos árboles
que, en otoño, vestíamos
a capricho desde abajo?
¿Y dónde nuestros ayeres,
y mañanas…? ¿Dónde tú?
No te veo desde el trono
de papel donde os observo.
Decid, ¿dónde fuisteis todos?
No percibo aquellos trajes
con ojos, dedos y brazos
(mas no sé si con cabeza)
que me encumbraron tan alto.
¿Dónde fueron? ¿Dónde fuiste?
Solo logro ver las nubes
que danzan marcando círculos
coronando mi cabeza.
Ni siquiera las estrellas,
que cantaban nuestras noches
desde arriba, ahora observo.
¡Por Dios! ¿Qué locura es ésta?
¡Bajadme, yo os lo suplico:
no quiero ser ya más alto,
más alto que mi cabeza!



Gracias a todos por vuestra infinita paciencia.