El Cuento Del Pez y El Gato

 

 



Homenaje a Gloria Fuertes

 

El pez aprendió

a flotar boca arriba.

No estaba muerto:

solo se lo hacía.

Y eso pretendía.

O eso parecía.

Hasta que ya olía...

Y entonces un día,

el pez la palmó.

 

 Y Garabato, El Gato,

se lo merendó.