(Toc, toc, toc...)
- ¿Quién llama a estas horas de la noche?
- Por favor, ¿puede abrirme la puerta?
- Pero, ¿quién es usted?
- ¡Soy La Felicidad!
- ¿La felicidad? ¿Qué felicidad? ¡ ¡Mire usted, voy a dejarle las cosas bien claras: vaya usted a mendigar a la puerta de otro vecino y no vuelva por aquí jamás! ¡Bastantes problemas tenemos ya en casa como para perder el tiempo con una desconocida!
