(La Dama Del Pantano de Iznájar - Javidieguez)
A pesar de mi pasión por el celuloide, el despertar a esta ciudad de los blogs no lo encaminé por aquella calle cinéfila, sino por la calle melancolía; melancolía por añoranza, nunca por aflicción. Nostalgia, en sí, de cuadernos y de lapiceros de carbón; de cuartillas emborronadas y cestos rebosantes de papeles arrugados. Cierto día decidí sintonizar aquel canal nostalgia del alma, donde emiten los recuerdos de toda una vida, desde mi niñez hasta hoy, y todos fueron confluyendo en un único punto de encuentro, para quedar plasmados finalmente en este rincón, donde terminareis encontrándoos con los humildes escritos de un adicto a las letras.
Entre las gratas evocaciones, precisamente, de esa fábrica de sueños que es la infancia -aparte, naturalmente, del cálido amor familiar- recuerdo mi incipiente pasión por la lectura. Algo que sin duda influyó para la posterior creación de este blog. Y entre aquellos libros de cubiertas acartonadas y papel recio, recuerdo con especial cariño la obra cumbre de Daniel Defoe, donde al autor recreaba las andanzas de un náufrago que entretenía sus interminables horas de soledad calculando el peso de la brisa -aún siendo, a veces, brisa sin aire-, para anticiparse al huracán que finalmente acabara derribando su cabaña; o adivinando entre el musitar de las olas la figura lejana de alguna embarcación que, con buenas o peores intenciones, terminara arribando a su costa para otorgarle la muerte o la libertad. En definitiva, y haciendo una introspección bárbara hacia el interior secreto de su alma, para acabar huyendo de sí mismo; para terminar liberándose de aquel encierro, físico y espiritual, como hizo literariamente aquella medieval Dama que escapó navegando hacia Shalott.
Más allá de cualquier cosa, de cualquier inocente o endiablado escollo técnico, el dar a luz un blog siempre conlleva una responsabilidad innata: todo nacimiento es un tiempo vulnerable... Más, cuando tratamos de conjugar palabras y sentimientos que muchas veces pueden acabar siendo ajenos a la realidad del lector que los va a percibir. Siempre hay que ser preciso, tener cuidado al cruzar aquella delgada línea entre lo que se espera y lo que podemos llegar a ofrecer, no sea que aquel tiempo de las palabras, que aquella esperada comunión compartida entre el autor y el lector –permitidme llamarlo así- acabe finalmente convirtiéndose en la liturgia de las despedidas.
Yo, que venía de una corta experiencia personal en otra plataforma –alguna vez lo comenté en algún post – me sentí de pronto como si fuese una flor de acantilado que decide escapar de su entorno marítimo para correr huyendo hacia el bosque; como una flor que abandona el susurro de las sirenas –a veces con su falsa verdad- para correr a vivir entre elfos. Y sí, di finalmente el gran paso: opté por coger una día las rosas de la vida, aquellas que Pierre de Ronsard plantó en su soneto para Helena.
Y así, de un alma en retazos hilvanada con mis otras realidades nació este otro mundo: mi vida virtual. A falta de medio verso serán sólo palabras insolentes... Pero palabras , al fin y al cabo, que intentarán llegar como susurros de cristal a vuestros oídos. Y como de vosotros cada quien es cada cual, y cada uno es cada uno, sólo os pediría que no arrojarais estas palabras al abismo del olvido: acompañadlas siempre que podáis para que jamás naveguen solas en su travesía. Porque así, con vuestra cálida presencia, con vuestras enormes reflexiones, mi soledad se sentirá compartida.
NOTA ACLARATORIA:
Perdonadme, ante todo, si este galimatías lingüístico ha quedado, por momentos, algo incoherente. Pero es que resulta complicado conjugar ecuaciones tan dispares. Esto es sólo un pequeño homenaje a los que alguna vez, de una u otra forma, habéis estado vinculados a este blog; un premio sin premio, y sin ningun formalismo que cumplir. Si alguno no se encuentra reflejado por favor hacédmelo saber, y después de flagelarme cien veces (al menos), os resarciré del tremendo agravio con la mejor voluntad. Gracias a todos por vuestro apoyo y comprensión; y, sobre todo, porque alguna vez en estos tres meses de vida, con vuestras voces disteis sentido a este blog:
Mar, F osca, Leni, Poemas de mi alma, Geles Calderón, Lady Death, Juan, Ave Mundi Luminar, Prometeo, Aurora, Maripaz, Lizzyh, Blis, Angelical, Herodes, Carmen de Ronda, Alejandra, Diario de nuestros pensamientos, Aristides Echauri, Cristina, Fher, Alex, Silvia, Salva, Carmen María Hérnandez, Víctor Buono, Cristina, Loose, María no digo apellidos, Maribel, Dama Blanca, Susana Parra, Marcelo Romano, Darina Silverstone, Deborah, Anónimo, Mawa, Acuarela, Vivienne, Mercedes Pérez, Dark Vampire, Osquieroatodos, Elba, Amanecer, Canela, Charlie.S., Carlos Oliveros, Estopa, Ramón García, Gizeh Wilde, Flor de Acantilado, Blanco, LaMar, Deep Loving Feelings, Ale, Isis, Onalem, Anica, Polidori, Anxo, Vir, Pluma de Fuego, Demofila, Violeta, Héctor, Buscador de buscadores, Josune, Valentina G., Alejandro, Marisol, Srta. Bye, Gabriela Maiorano, Forbbiden, Literatura Barata, Perikiyo, Alalba, Verónica, Elena, Deigar, Scrins, Susurros Mortales, Cristina, La Casera, Ariadna, Preste Juan, Abismo , Angus; Rafaella di Mielli, Eurice y Anónimos.
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