El Guiso De La Abuela Los Domingos

 

  

 


   

 Lo que más recuerdo de mi infancia es el guiso de la abuela los domingos. Sabía a familia, a risas, a besos mentolados... A todo lo que ya no está. Ahora, cuando intento igualar su receta, siempre noto algo a faltar. No es el laurel, ni la bondad de la carne, ni más horas de cocción lenta. Es Ella. Ella, y su forma enamorada de mirarte, mientras movía el cucharón. El guiso nunca fue lo importante: siempre fue Ella. La que nos unía a todos.