Una vez conocí a un ángel,
con sexo,
que nunca se había enamorado…
Sólo de su único hijo,
Y del cielo de Monturque.
Esta noche,
cuando duermas,
bajaré de puntillas hasta tu alma
(conozco bien el camino)
y morderé tus sueños más siniestros
(también sé donde los guardas).
Así,
cuando despiertes,
seguirás viendo Monturque
en los ojos de tu hijo.
Aunque nunca sepas que una noche
fui devorando por él
todas las pesadillas de tu alma.
8 comentarios:
Pues yo debo tener algún Ángel así y que viene por las noches mientras duermo a devorar mis pesadillas.
El cielo de Monturque. ¿Puedo preguntarte dónde está ese cielo?
Osada soy un poco, Onm, pero no mucho eh, quiero decir algo menos que rara, jaja.
Buenos días.
El cielo de Monturque está donde tú capacidad imaginativa quiera modelarlo, Mar. Sólo allí lo podrás encontrar...
vela sus sueños entre una mirada calida llena de ternura...y acaricia su alma
besos desde andalucia
buen fin de semana
Gracias, Poemas del Alma, por el consejo. Pero no creo que su pareja lo hubiese encontrado oportuno...
Besos también desde Andalucía.
Es genial¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Ya de por si jas creado una figura in-existente.
En medio de lo que se cree o se pueda imaginar.
Una vez conocí un ángel con sexo...
¡Como me hubiera gustado a mí crear esa figura!
¿sabes?
casi que huelo su alma derrotada en ese cielo.
Muy bueno¡¡¡
abrazo y beso
Bueno, Leni, yo conocí a aquel ángel cuando ya había sido expulsado del paraiso. Posiblemente por aquel detalle que lo hacía diferente a los demás.
Besos.
Me ha parecido impresionante esto de llegar al alma mientras duermes.... que me ha encantado.
Mas besicos
Y mira que es difícil ¿verdad, Silvia? Incluso cuando se está despierto.
Besos.
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